De acuerdo con la página oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, el equivalente en español de Temporary Protected Status (TPS), es estatus de protección temporal. Debido a que no se trata del nombre propio de una ley, sino de una condición temporal, se recomienda escribir el desarrollo de la sigla en minúsculas, aunque la sigla y el desarrollo ingleses se escriban con mayúsculas iniciales.
El gobierno de Estados Unidos, a través de la Secretaría de Seguridad Nacional, ha concedido a lo largo del tiempo este estatus para los ciudadanos de determinados países. Las condiciones por las que se otorga el TPS, publicadas en la página web Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, son: guerra civil o conflicto armado en curso, desastre natural como huracán, terremoto o enfermedad, alguna otra circunstancia temporal o extraordinaria que se considere pertinente.
El estatus de protección temporal se otorga en plazos de entre 6 y 18 meses, y puede prorrogarse.
Ligia Pérez de Pineda
Las palabras eficacia y eficiencia aparecen recogidas en el Diccionario de uso del español de América y España (VOX, 2003) con la siguiente definición:
eficacia. f. Capacidad para producir el efecto deseado o de ir bien para determinada cosa: ej. Está comprobada la eficacia de estos medicamentos.
eficiencia. f. 1. Capacidad para realizar o cumplir adecuadamente una función: la eficiencia en el trabajo es fundamental; el objetivo final del entrenamiento era mejorar la eficiencia del sistema cardiorrespiratorio.// 2. Capacidad de un altavoz para convertir una señal eléctrica en energía acústica.
Ligia Pérez de Pineda
Se recomienda el uso de la minúscula inicial en la escritura de las titulaciones académicas, por ejemplo: licenciado Rodolfo Argueta.
Sobre el uso de la mayúscula en la escritura de las fórmulas de tratamiento señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 469-470): Las fórmulas de tratamiento son apelativos empleados para dirigirse o referirse a una persona, bien por mera cortesía, bien en función de su cargo, dignidad, jerarquía o titulación académica: usted, excelencia, majestad, monseñor, licenciado. Aunque en el pasado se han escrito habitualmente con mayúscula inicial por motivos de respeto, práctica que aún pervive en documentos oficiales y textos administrativos, todos ellos son adjetivos o nombres comunes, por lo que no hay razón lingüística para escribirlos con mayúscula. Así pues, deben hoy escribirse con minúscula inicial todos los tratamientos, tanto los que preceden siempre al nombre propio: don, doña, fray, sor, santo/ta, etc.; como los que pueden utilizarse sin él: usted, señor/ra, doctor/ra, licenciado/da, etc.
La escritura con mayúscula inicial solo es obligatoria en las abreviaturas de los tratamientos, que han quedado fosilizadas en esa forma: Dra., Lic., Ilmo., Sr., Ud.
Ligia Pérez de Pineda
Ambas realizaciones son correctas. La primera (ícono) está más generalizada; en cambio, la segunda (icono) es más frecuente en hablantes cultos ya que estos tienden a utilizar la variante etimológica, en este caso, con la fuerza de pronunciación sobre la o.
El Diccionario de la lengua española registra estas formas con la siguiente definición:
icono, ícono: 1. m. Representación religiosa de pincel o relieve, usada en las iglesias cristianas orientales. / 2. m. Tabla pintada con técnica bizantina. /3. m. Signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado: ej. las señales de cruce, badén o curva en las carreteras. /4. m. Inform. Representación gráfica esquemática utilizada para identificar funciones o programas