Peter Paul Rubens, «La adoración de los Magos». Óleo sobre tela, 1609, ampliado en 1629

Julián González Gómez

La_adoracion_de_los_Reyes _Magos_(Rubens,_Prado)Debo confesar que Rubens no está en la lista de mis artistas favoritos, pero no soy quién para criticar su obra ya que por muchos es considerado uno de los más grandes pintores de la historia. Mi opinión es tan sólo eso: una opinión y nada más; a fin de cuentas, su influencia en la pintura del barroco ha sido comparable con la de Caravaggio. Lo que pasa es que muchas veces pienso si fue realmente su mano la que pintó la gran cantidad de obras que realizó. Debido a sus múltiples ocupaciones y a la gran cantidad de pedidos que tenía, tuvo que ampliar su taller y llenarlo de ayudantes que hacían buena parte del trabajo, pero era él quien daba los toques finales y maestros a las pinturas, algo que muchos otros artistas hicieron, entre ellos Rafael y Poussin.

Tuvo una vida muy variada, de múltiples facetas y situaciones, la mayoría de ellas afortunadas, por lo que su biografía es bastante interesante y extensa. Fue durante muchos años el rector del arte de las principales cortes europeas y su dictamen era considerado como punto final en lo que se refiere al arte. Poseedor de un amable carácter y de una extraordinaria habilidad diplomática, trabajó para reyes y príncipes como emisario y seleccionó muchas obras para las colecciones de sus patrones viajando por toda Europa, mientras dejaba la administración de su taller a su esposa y el trabajo a sus ayudantes. Gracias a esto, su legado abarca más de mil quinientos cuadros, además de toda una serie de dibujos, grabados e ilustraciones para libros.

Rubens nació en Siegen, actualmente Alemania, en 1577. Era el hijo menor de una familia calvinista de Amberes, ciudad de la que tuvieron que salir debido a las persecuciones religiosas. Su padre era abogado y durante un tiempo trabajó para Guillermo de Orange, con cuya esposa, Ana de Sajonia, tuvo un romance y por ello fue encarcelado. Pedro Pablo nació después que su padre saliera de la cárcel y la familia se estableció por fin en Colonia, pero con poca suerte. Su padre murió en 1589 y la viuda se convirtió al catolicismo y dispuso que ella y sus hijos se trasladasen a Amberes. Probablemente la primera formación como pintor que recibió Pedro Pablo fuese en Colonia, pero no fue sino hasta su traslado a Amberes cuando inició sistemáticamente su aprendizaje. En Flandes se sumaban las tradiciones de la pintura flamenca de los siglos XV y XVI con las influencias de la pintura italiana, lo cual fue una suerte para el joven Rubens, pues las dos sólidas escuelas formaron la base de su arte, influencias que lo acompañaron durante toda su carrera.

Después de pasar por diversos talleres de artistas de Amberes, Rubens, ya un joven maestro, se trasladó en 1600 a Italia y residió por un tiempo en Venecia para después trasladarse a Mantua, donde fue contratado por el duque Vincenzo Gonzaga como pintor de cámara. La corte de los Gonzaga era una de las más ricas en cuanto a colecciones de arte y Rubens fue encomendado por el duque a diversas ciudades italianas para comprar pinturas para su colección. Esto permitió al joven pintor empaparse en el arte italiano y en el estudio de sus grandes maestros, los cuales siempre veneró. En un viaje a Roma pintó tres cuadros encargados por el príncipe Alberto de Austria, regente de los Países Bajos, lo cual muestra que ya para ese entonces era un artista de gran prestigio. En 1603 fue enviado por su patrón a España, para entregar unos regalos al rey Felipe III. En España entabló contactos en la corte, especialmente con el valido, el duque de Lerma, para quien pintó un sobresaliente retrato ecuestre. En 1604 regresó a Mantua y luego estuvo en Génova y Roma, ciudades donde le fueron encargadas varias pinturas para ser colocadas en algunas de las iglesias más importantes. En esta época es evidente la influencia que ejercieron sobre su arte las pinturas de Correggio y Caravaggio. Del primero absorbió su naturalismo y del segundo las frágiles cualidades de luminosidad que caracterizaban sus obras. Otra gran influencia en su obra fue la pintura de Tiziano, de la que absorbió su exuberante colorido y sus composiciones de grupos. Pero fue Miguel Ángel el maestro que más le impresionó y del cual admiró no sólo sus frescos en la Capilla Sixtina, sino además sus dibujos y bocetos, muchos de los cuales copió y que dejaron en él una profunda impresión.

En 1608 se trasladó de nuevo a Amberes, ciudad en la que se estableció definitivamente y se convirtió en el pintor más famoso de la ciudad. Por ese tiempo Flandes pasaba por los conflictos de separación de las Provincias Unidas, desmembrándose de la corona de Augsburgo las provincias que luego formaron Holanda. En 1609 Rubens fue nombrado pintor de cámara del archiduque Alberto de Austria, el regente de las provincias y de su esposa, la infanta española Isabel Clara Eugenia. Contrajo matrimonio con Isabel Brandt, perteneciente a una de las familias más importantes de la ciudad y su situación social y económica se consolidó, haciéndolo uno de los personajes más influyentes de todo Flandes. Montó un gran taller en el que colaboraron numerosos ayudantes y otros pintores especialistas en diversos motivos como flores o paisajes, los cuales intervenían en sus obras. En 1621 la reina madre de Francia María de Médici le encargó dos ciclos sobre su vida y la de su difunto esposo Enrique IV. El ciclo de la reina constó de 24 lienzos, que fueron colocados en una de las alas del Palacio de Luxemburgo de París, mientras que el ciclo de Enrique IV no llegó a ser acabado por el exilio de María que forzó su hijo Luis XIII.

En 1621, tras el fin de la tregua de los doce años en las Provincias Unidas, los reyes españoles confiaron a Rubens algunas misiones diplomáticas, las cuales fueron muy intensas entre 1627 y 1630, viajando entre España e Inglaterra con el fin de conseguir la paz entre las provincias separadas, ahora llamadas Países Bajos y las Provincias Unidas. El rey de España Felipe IV le otorgó en 1624 un título nobiliario como gentilhombre de cámara, posteriormente también fue ennoblecido por el rey inglés Carlos I. En 1630, algunos años después de haber enviudado, Rubens se casó con Hélène Fourment, acaudalada heredera de dieciséis años, con quien tuvo cinco hijos. Después de su intenso período diplomático, Rubens se volvió a establecer en Amberes y se compró un castillo en las cercanías, donde pasó sus últimos años siendo respetado y admirado por toda la sociedad europea de su tiempo. Murió en 1640 en Amberes, aquejado por la gota y fue enterrado en la Iglesia de Santiago de la ciudad.

El cuadro que aquí se presenta: La Adoración de los Magos, pertenece al período inmediatamente posterior a su regreso de Italia, ya que fue pintado en 1609. Años después, entre 1628 y 29 Rubens lo retocó y lo amplió con algunos temas y elementos decorativos. Este cuadro fue un encargo de la Corporación Municipal de Amberes para decorar las estancias en las que se llevarían a cabo las negociaciones que después dieron como resultado la paz de los doce años en las Provincias Unidas. La alegoría de los Reyes Magos se refiere aquí a las expectativas que tenía la ciudad de obtener las ventajas de un gran desarrollo económico que vendría gracias a la paz. Es un cuadro de grandes dimensiones y su organización es claramente diagonal, partiendo los trazos reguladores de la figura del Niño Jesús. La organización general, así como la composición de las figuras es de clara influencia de Tiziano, mientras que el colorido se lo debe Rubens también al gran maestro veneciano, pero matizado por el claroscuro barroco. Como detalle curioso, hay que decir que cuando Rubens retocó el cuadro, pintó su autorretrato montado a caballo con una espada y una cadena de oro como símbolos de su condición nobiliaria.


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