Cinco palabras para cinco conceptos que se suelen encabalgar los unos a los otros con el inevitable solapamiento de significados y cuya consecuencia, en el mejor de los casos, es la pérdida de matices, y en el peor, la impropiedad léxica.
Como éste, para que nos vamos a engañar, es un tema algo complejo de explicar, recurriremos a frases de ejemplo para comprobar las diferencias entre los cinco términos indicados.
1) Consistente:
«Los materiales utilizados para la construcción de la casa parecen bastante consistentes.»
Qué significa: que los materiales tienen consistencia, es decir, «duración, estabilidad, solidez».
2) Coherente:
«La colocación de esta casa no guarda coherencia alguna con el entorno.»
Qué significa: que no existe una «conexión, relación o unión» entre la posición de esta casa y la de las casas de su entorno.
3) Consecuente:
«Lo que no se le puede negar al arquitecto es que no sea consecuente: siempre hace las casas boca abajo.»
Qué significa: que el arquitecto ha diseñado la casa guardando una «correspondencia lógica» con sus principios arquitectónicos.
4) Cohesivo
«Para poder levantar esa estructura inclinada, se tuvo que utilizar un sedimento cohesivo en la cimentación.»
Qué significa: que el sedimento producía «unión entre las moléculas» de la cimentación.
5) Cohesionado
«Una vez terminada, la casa daba la impresión de ser un conjunto perfectamente cohesionado.»
Qué significa: que los elementos de que se compone la casa se unían o combinaban de manera perfecta.
¿Que por qué se suelen confundir estos términos? Pues porque se traducen literalmente del inglés, porque en inglés consistent, además de ‘consistente’, significa ‘coherente’, ‘consecuente’ y ‘constante’, y cohesive, significa ‘cohesionado’, no ‘cohesivo’. ¿Y por qué no es conveniente que los confundamos? Porque, como ya hemos dicho, se pierden matices y se cambian significados, aparte de que por ser términos de origen latino, son palabras que enriquecen nuestro idioma.
Licenciada Ligia Pérez
Encargada de la sección Dudas del Idioma