En Guatemala, en el discurso hablado es frecuente comenzar un relato diciendo: «Fíjate que estaba ayer esperando una camioneta cuando, frente a mí, asaltaron a una señora…» También solemos usar: «Te cuento que el otro día vi a tu hijo acompañado de una preciosa jovencita…» Ambas expresiones son correctas y nada impide usar ambas a la vez: Déjame contarte, fíjate que…; sin duda, logran despertar la atención del oyente. Como bien dice Lázaro Carreter «el gancho resulta encantador; un tanto vulgar, es cierto, pero si se quiere contar algo ¿por qué dar tantos rodeos…?» ¡Y tiene razón! Sin embargo, ahora no sé por qué razón es frecuente escuchar abrir el discurso narrativo con «te comento».
Según el DRAE, comentar significa: explanar, declarar el contenido de un escrito para que se entienda con más facilidad. // Fam. Hacer comentarios.
«Contar» o «narrar» como sabemos, es otra cosa. Podemos hacer comentarios a lo que otro nos cuenta, pero una cosa es que quien ha presenciado un atraco «nos lo cuente» y otra que «nos lo comente». Y así, frente al contar; en que nos ajustamos, verídicos o no, a un hecho sucedido, el comentar procede de un juicio mental: cuento que los estudiantes convocaron a un concurso de poesía y cuento y comento que entre los trabajos hay verdaderas joyas literarias…
La prensa y los noticieros incurren a diario en este error y así escuchamos con frecuencia expresiones como el ministrocomentó que viajará a Estados Unidos con el Presidente. Es importante que el redactor de la noticia haga la diferencia y si nos lo cuenta, que simplemente nos diga lo que el vio que sucedía. Si nos lo comenta, entonces que nos dé sus opiniones, pareceres y juicios acerca de lo que vio. Claro que puede contarlo y comentarlo prácticamente al mismo tiempo. Pero entonces debemos de tomar en cuenta que siempre serán dos acciones de verbos y no una sola.
