A partir del 1 de diciembre de 2011, las nuevas reglas y recomendaciones incluidas en las 745 páginas de la edición de la Ortografía de la lengua española, editada por la Real Academia Española (RAE), comenzaron a regir y a generar, al mismo tiempo, dudas y polémicas sobre la necesidad de llevar a cabo esta muy comentada reforma. Hasta hoy, muchas de sus propuestas han quedado en el aire. Aquí algunos ejemplos. ¡Nos gustaría conocer su opinión!
Ya no será correcto escribir «piercing», «catering», «sexy», «judo» o «manager» si no se hace en bastardilla o cursiva, con el fin de remarcar su origen extranjero. Desde el primer minuto de 2011, sólo se puede escribir sin este recurso la forma adaptada al idioma español de estas palabras, es decir, «pirsin», «cáterin», «sexi», «yudo» y «mánayer». También sucede lo mismo con los nombres propios, donde Tchaikovski pasará a escribirse Chaikovski.
En la lista de las imposiciones más drásticas, también se hace notar la muerte de la tilde en la conjunción disyuntiva «o» cuando es escrita entre números, lo que originalmente se recomendaba para que la letra «o» no fuera confundida con el número «0». Pero ya no estará bien escribir «4 ó 5». La única forma aceptada será «4 o 5″…
Estas son sólo algunas de las propuestas; frente a las controversias y resistencias generadas por lo absurdo de algunas de ellas, nuestro consejo es: tomémoslo con calma y esperemos a ver si estos cambios cuajan y son asimilados entre los hablantes… Mientras tanto, recordemos que dichos cambios son, por el momento, RECOMENDACIONES
Licenciada Ligia Pérez
Encargada de la sección «Dudas del Idioma»