Se confunden estas palabras con mucha frecuencia. Confrontar significa «carear una persona con otra» o «cotejar una cosa con otra, y especialmente escritos». La voz enfrentar, por otra parte, significa afrontar o hacer frente a, lo cual conlleva un matiz de conflicto: «Los aliados enfrentaron al (o se enfrentaron con el) enemigo”.
De esta manera, si el redactor desea dar a entender que existe oposición o conflicto, debe emplear enfrentar o enfrentarse. Lo mismo se aplica en su forma sustantiva: «Hubo un enfrentamiento entre los miembros de los partidos». Con esto se da a entender que llegaron o que estuvieron cerca de llegar a la violencia verbal o física, o que hubo, cuando menos, tensión, una situación conflictiva. Aquí no se trata de una confrontación.
Dos personas pueden confrontarse cuando se ponen cara a cara para hablar de ideas, por ejemplo: un debate es una confrontación aunque no haya agresión. Se pueden confrontar dos versiones de un mismo texto para determinar cuáles son sus variantes. Con esta palabra no se implica, necesariamente, tensión, oposición o conflicto, ni mucho menos agresión.
La tendencia popular actual trata estas dos voces como sinónimos, pero esto empobrece el idioma. Vale la pena insistir en que poseen dos significados diferentes.
Licenciada Ligia Pérez
Encargada de la sección Dudas del Idioma