La novela “Seis formas de morir en Texas” (2019) de Marina Perezagua (Sevilla, 1978) es un ingenioso cruce de historias familiares y crímenes, vinculados por un trasplante de corazón. La novela sirve también como una denuncia en contra del tráfico de órganos y la pena de muerte.
El hecho central de la novela sucede en Austin, capital de Texas, lo cual fue lo que originalmente me llamó la atención, pensando que la trama estaría relacionada con esta peculiar ciudad. No obstante, hay sucesos que ocurren en China. A la vez, parte de la historia se cuenta en forma de epístolas, que Robyn, una prisionera que ha sido condenada a muerte, le escribe a Zhao, alguien con quien supuestamente sostiene una relación romántica. Estas historias, aparentemente disímiles, se atan a partir de una creencia demasiado común: el corazón de una persona alberga su espíritu (o shen, según la novela).
He de reconocer que la novela no era lo que esperaba. Sin embargo, se arriesga a intentar una historia con alcance internacional, escrita en español aunque ninguno de los personajes centrales sea de procedencia hispanoamericana. La novela ahonda en el aspecto oscuro, metafísico, del trasplante de órganos, en especial del corazón. Alguien recibe un trasplante de corazón. Un nuevo corazón palpita en su pecho. Creo que cualquiera que haya estado cerca de una situación de donación o trasplante de órganos se preguntaría acerca de la vida previa de dichos órganos. Es extraño cómo la vida continúa, de cierta forma, después de la muerte (del donante).
“… era su creencia… pensar que la muerte no se culmina hasta que el corazón entrega su último latido; por tanto, encerrar el alma de una persona en el pecho de otra persona desconocida le parecía una sentencia muy superior en su dureza a la sentencia de muerte. Por ello mi padre, aún antes de llegar a creer del todo la práctica de las extracciones en serie, destinó su vida a un único propósito: encontrar el corazón de mi abuelo, y detenerlo allí donde latiera para poder honrar su corta vida y su largo acabamiento” (p.268).
Marina Perezagua es historiadora del arte por la Universidad de Sevilla y doctora en Filología por la State University of New York. También ha publicado las novelas “Yoro”, que obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, y “Don Quijote de Manhattan”.
Reseña por Ronald Flores