No hay mucho que decir sobre ambos verbos.
El fallo, que cada vez es más frecuente, consiste en pronunciar «preveer», palabra que no existe en el idioma español, y que no es más que la equivocada idea de que estamos pronunciando correctamente. El motivo puede estar en la similitud con el verbo «proveer».
Para no confundirnos, basta con pensar en el origen de la palabra: el prefijo «pre» antepuesto al verbo «ver».
Ligia Pérez de Pineda